Rico, oscuro, aceitoso, misterioso, lleno de aromas fascinantemente complejos, ahumados y a cuero, como todos esos pequeños autos británicos de mi pasado que inspiraron tanto la mezcla como el nombre. A los lataquiafilos les va a encantar.

Presionado en una bujía densa, Spark Plug se puede rebanar en rodajas gruesas o finas, según las preferencias individuales, y presenta un perfil de sabor profundo y poderoso, marcado por el ahumado de una fogata y el cuero envejecido de Cyprian Latakia, casado con ricos y picantes orientales de Grecia y Turquía, y dulces Virginias Bright y Red. Al igual que los autos clásicos que inspiraron su invención, Spark Plug es encantador y satisfactorio. Pruébalo antes de dejarlo envejecer o disfrútalo a toda velocidad recién salido de la lata.